miércoles, 7 de diciembre de 2011

Otra de arbustos







Con total seguridad usted utiliza algún cucharón de madera de boj para catar sus mejores guisos, por lo que el arbusto al que hoy le dedicamos espacio y tiempo no le será tan desconocido como otros de los aquí recogidos.
El boj, también conocido en el lenguaje científico como Buxus sempervirens es un pequeño arbusto que pertenece a la familia de la Buxaceae. Es un nanofanerófito que está distribuido por toda Europa, incluida la Península Ibérica (principalmente en el cuadrante nororiental), por lo que es una planta adaptada a las condiciones climatológicas de nuestras latitudes, así como a su edafología y horas de insolación.
Planta que puede alcanzar 4 metros de altura, el boj es un arbusto siempreverde que desarrolla vástagos aéreos de lento crecimiento, con superficie lisa en la juventud y agrietada en la madurez, de color pardogrisáceo. Sobre estos se disponen las hojas, que son opuestas, coriáceas, más o menos ovadas, con margen ligeramente resoluto, cuya longitud no supera los 3,5 centímetros, que suelen ser brillantes e intensas por el haz, y mates y apagadas por el envés.
Sus flores monoicas (unas flores son masculinas y presentan sólo estambres y otras son femeninas y poseen ovario) se agrupan en inflorescencias axilares de tipo glomerular, sobre las que se disponen exteriormente flores masculinas que rodean a una o dos flores femeninas ubicadas en el centro de la inflorescencia. Todas ellas son de color blanquecino, pequeñas (entre 1,5 y 2 mm de diámetro). Las masculinas tienen un perianto de cuatro piezas anchas, mientras que el de las femeninas posee 6 piezas más agudas. Tras la fecundación de las femeninas por parte de insectos que se sienten atraídos por su néctar, se forma una cápsula trilocular, globosa, de 1-1,5 cm de diámetro, color verdoso-pardo y aspecto coriáceo, sobre la que persisten los estigmas a modo de pequeños cuernos, y que contiene numerosas semillas en su interior.
Se reproduce normalmente por esquejes leñosos, acodos y estolones, ya que su reproducción por semilla es lenta y tediosa. Requiere zonas húmedas y a media sombra, suelos bien drenados y con materia orgánica. En cuanto a sus preferencias térmicas decir que soporta el rigor invernal, así como el estival, por lo que la hace adecuada como planta de exterior.
Es el arbusto más utilizado para formar setos en el viejo continente, incluso en la época romana y el renacimiento, debido a que soporta bien las podas y no pierde el follaje en invierno, de hecho es una de las especies favoritas para los artistas del bonsai.
Otros usos que se le dan al boj son como especie maderera, ya que su leño es pesado y de grano fino, ideal para elaborar todo tipo de instrumentos, desde musicales hasta ornamentales, y como especie medicinal dada la gran cantidad de compuestos químicos que produce (alcaloides, taninos y aceites esenciales).

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