miércoles, 27 de enero de 2010

Consideraciones (I). La climatología.


Sin lugar a dudas, la primera cuestión a tener en cuenta para desarrollar nuestro trabajo es el clima de la zona donde estemos situados.
Puesto que no pretendo impartir una lección sobre climatología ni meteorología, intentaré ser sintético y mostrarles las principales diferencias entre unos climas y otros.
Aunque el clima viene condicionado por diversos aspectos como pueden ser la inclinación y rotación terrestres, la latitud o las corrientes oceánicas, la temperatura y la humedad son los dos factores que nos interesan en nuestra labor.
Dependiendo de la temperatura podemos decir que existen tres tipos de climas: climas cálidos, climas templados y climas fríos. Si añadimos el segundo factor, la humedad –dependa este de la proximidad al océano o de las precipitaciones-, podemos subdividir los tres tipos anteriores en seis: climas cálidos y secos, climas cálidos y húmedos, climas templados y secos, climas templados y húmedos, climas fríos y húmedos, y climas fríos y secos (si un climatólogo leyese esto, seguramente optaría por colgarme desde lo alto de un pino… Ja, ja, ja). Extrapolando esta sencilla clasificación a las especies vegetales, podemos decir que hay seis tipos de plantas:

- Las adaptadas a los climas cálidos y secos, por ejemplo la mayoría de las cactáceas.
- Las adaptadas a los climas cálidos y húmedos, como los helechos tropicales.
- Las que crecen en climas templados y secos, como todas las plantas que forman el matorral mediterráneo.
- Las que están presentes en climas templados y húmedos, por ejemplo todas las que pertenecen a los bosques medio-europeos o norteamericanos.
- Las de climas fríos y húmedos, léanse especies propias de las zonas costeras próximas a los polos.
- Las de climas fríos y secos o especies propiamente polares.

Además, y aunque este no sea el apartado apropiado para hacerlo, podríamos añadir un factor más, el que se refiere a la estacionalidad.
Aunque nos parezca obvio, la estacionalidad marcada, es decir, la presencia de las cuatro estaciones del año con una duración aproximada de tres meses cada una de ellas, es propia de las latitudes medias. Esto no quiere decir que el verano nunca encuentre hueco en los polos o el invierno no irrumpa en los trópicos, ya que sí lo hacen aunque de una manera testimonial.

Y para finalizar, un apunte. Todo lo anteriormente dicho se refiere a lo que algunos llaman macroclima, es decir, procesos globales que regulan de uno u otro modo el clima en grandes regiones y en un lapso de tiempo relativamente grande. Ello no quiere decir que en una localidad concreta no existan unas condiciones peculiares –por ejemplo la presencia de un cauce fluvial o la presencia de cadenas montañosas- que favorezcan el desarrollo de especies vegetales que no pertenezcan al clima asignado a la región donde se ubique dicha localidad. Esto es lo que se conoce como microclima, el otro gran aspecto del clima que hay que tener en cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario