miércoles, 11 de enero de 2012

Rododendros y azaleas







Y dando paso al 2012, este año que comienza, les traigo un nuevo arbusto que se cría en estas latitudes y que puede constituir uno de los pilares de nuestro jardín en altura particular, el rododendro.
También conocidos con el nombre de azaleas, los rododendros son plantas leñosas, arbustivas que pertenecen al género Rhododendron (familia Ericaceae) que cuenta con unas 1000 especies en todo el mundo. Al ser un grupo tan numeroso, es fácil dar con multitud de clasificaciones y criterios taxonómicos muy dispares, por lo que un servidor prefiere citar las especies más conocidas y dejarse de embrollos nomenclaturales… Se podría decir que el género se distribuye en el hemisferio norte con un centro de dispersión en China occidental, aunque también encontramos especies tropicales y subtropicales del hemisferio sur. Suelen ser especies arbustivas, cuyos tallos van desde los 25 cm de altura a los 4 metros (R. arboreum). Sobre estos se disponen las hojas, persistentes y siempre verdes, alternas, aunque con cierta tendencia a la disposición helicoidal. De color verde intenso, brillantes en el haz, ovaladas, de un tamaño que oscila entre los 2-50 cm de longitud dependiendo de la especie, y un envés a veces cubierto por páleas, escamas o tomento. En el ápice de cada rama y en primavera, sobre la zona apical de los tallos, se desarrollan las flores, generalmente en grupos, aunque también pueden ser solitarias. Estas suelen ser de colores vivos que pertenecen a la gama del blanco-rosado-carmín-violeta, aunque la gran cantidad de cultivares híbridos que comercializan hoy día pueden dar lugar a flores con amplía variedad de colorido. Las flores son relativamente grandes y vistosas, zigomorfas, en principio pentámeras (muchos cultivares híbridos duplican las piezas petaloides para dar más volumen a estas) y de forma acampanada, sobre las que sobresalen los estambres y el estigma
Estas plantas prefieren un sustrato de pH ácido (silíceo o calizo muy lavado), bien drenado y con gran aporte de materia orgánica. Requiere al mismo tiempo temperaturas suaves (es termoresistente, pero no extrema) y cierta humedad ambiental, por lo que se recomienda llevar a cabo riegos frecuentes, sobre todo en el estío. No se recomienda exponerlas directamente al sol, ya que puede dañarlas.
La reproducción puede llevarse a cabo con estacas sobre las que es preferible usar hormonas de enraizamiento, o a partir de la germinación de semillas, mucho más difícil y lenta. Se pueden utilizar para el arte del bonsai.
Son plantas muy tóxicas debido a la producción de la grayanotoxina, un compuesto venenoso que esta presente en el néctar y el polen, por lo que la miel que deriva de estas no es comestible. Ello no quita para que se hayan utilizado para tratar el reuma o como planta vulneraria. Se utilizan en muchos países para confeccionar coronas funerarias.
Los rododendros son una verdadera pasión en jardinería, no sólo en la actualidad, sino en épocas pasadas -llegó a ser un símbolo en la jardinería europea del siglo XIX-, sobre todo en el mundo anglosajón (Islas Británicas y Norteamérica), así como en el oriental (Japón y China), en el que simbolizan la feminidad, la templanza y el primer amor.
Destacar que en la Península Ibérica contamos con dos especies de Rhododendron, R. ponticum, que se desarrolla en la vegetación terciaria de la Serranía de Ronda y la Sierra de las Nieves (provincias de Cádiz y Málaga), y R. ferrugineum que se distribuye en las cumbres pirenaicas.

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