lunes, 8 de marzo de 2010

Consideraciones (VII). De tiestos.


Cuando hablamos de terrazas y balcones tenemos que hablar inevitablemente de tiestos, macetas y jardineras, todos aquellos recipientes que contienen el sustrato y las plantas que darán vida a nuestro proyecto de jardinería en altura.
En primer lugar hemos de hablar de los tipos de materiales con los que se elaboran los recipientes utilizados en la plantación de las especies vegetales. Atendiendo a ello existen dos tipos de tiestos, aquellos que están hechos a base de productos naturales y los que están fabricados de materiales sintéticos.
En el primer grupo distinguimos las macetas y jardineras fabricadas con barro o arcilla, estas pueden ser artesanas, donde entra un componente creativo, o fabricadas en serie con todo tipo de moldes. Son, junto con las de plástico, las más utilizadas aunque su precio también es más alto. Aunque las hay de todas formas y tamaños, se pueden subdividir en dos tipos, las esmaltadas y aquellas que no lo están. Las que se presentan en forma más simple y rústica, al estar elaboradas con un producto natural y sin protección añadida, son más porosas y permiten que rezume el agua sobrante durante el riego, así como, al entrar en contacto con la intemperie, se deterioran fácilmente con el paso del tiempo. En cambio, las esmaltadas, son más duraderas pero no permiten tanto intercambio de humedad con el exterior.
En el segundo grupo encontramos aquellos recipientes elaborados con materiales vegetales.
En un primer tipo distinguimos aquellos que están hechos a base de madera, generalmente de pino, teca u otras maderas de bajo coste, que pueden tener diferentes tipos de acabado, desde rústicos que incluyen la corteza, hasta pulidos y de formas más complejas. Cabe destacar que este tipo de macetas se pueden utilizar con fines decorativos o de forma más práctica, en la cual entraría en contacto el interior del recipiente con el sustrato y las raíces de las plantas. Esta última utilización entraña ciertos problemas ya que puede ocasionar la podredumbre del tiesto, al ser material biológico que al interaccionar con el agua, los factores de crecimiento de las raíces y las inclemencias meteorológicas vería acelerado su deterioro. Llamar la atención también, sobre los contenedores fabricados con madera de pino ya que esta contiene sustancias químicas que inhiben la germinación y el crecimiento radicular de otras plantas (sustancias alelopáticas) lo que podría tener su repercusión sobre las plantas que queramos utilizar.
Por otro lado tenemos las macetas elaboradas con restos vegetales (restos de madera y hojas, capas muscinales o fibras vegetales) compactados en forma de tiesto. Aunque este tipo de recipientes se han utilizado de una manera mas especializada, sobre todo en jardines botánicos y en viveros, para el desarrollo de plantas epifitas –que viven sobre otros vegetales- como representantes de las familias Orchidiaceae o Bromeliaceae, en los últimos tiempos se está generalizando su uso en jardineras colgantes de las grandes ciudades o a nivel doméstico. Estos recipientes presentan ventajas como la de un mayor intercambio de agua y gases atmosféricos con el exterior, aunque también inconvenientes como el ser fácilmente degradables, por lo que con el tiempo es necesario sustituirlos por otros, o el tener un coste elevado ya que su uso no está generalizado, asunto relacionado directamente con la ley de la oferta y la demanda.
El tercer grupo esta constituido por recipientes metálicos de hierro, acero, acero inoxidable, aluminio, hojalata o cobre, entre otros. Son recipientes con precios variables dependiendo del valor que en el mercado tengan dichos metales. No son materiales porosos por lo que el intercambio de sustancias con el exterior es nulo, lo que obliga a realizar orificios para el buen drenaje del recipiente. Por otro lado son contenedores ligeros y de fácil manejo. Algunos de ellos hay que impermeabilizarlos ya que corren el riego de verse expuestos a la corrosión. Aunque pueda parecer que son recipientes inocuos no lo son ya que, por lo general, los metales, al entrar en contacto con el agua, pueden liberar iones que pueden alterar la naturaleza y propiedades del sustrato y por tanto afectarían a las plantas que contienen. Para que esto no suceda se suelen recomendar recipientes de acero inoxidable o aluminio.
En último lugar nos encontramos aquellos recipientes fabricados con materiales sintéticos como los polímeros derivados del petróleo u otras sustancias plásticas. Son los más utilizados junto con los primeros debido a su bajo precio, su ligereza y su vida media. A ello hemos de añadir que los hay de todos los tamaños, formas y colores, e incluso destacar que muchos vienen equipados con dispositivos de riego y eficacia hídrica. A pesar de que en un principio eran bastante frágiles y herméticos, en la actualidad se han desarrollado nuevos materiales más resistentes y que son capaces de establecer una comunicación entre el medio interno y el externo.
Como nota a esta enumeración de tipos de jardineras y tipos de contenedores decir que, cualquier objeto con una cavidad, desde un bol a una taza, desde un lavabo hasta una teja, puede servirnos como lugar de siembra y plantación.
Y ahora llega el turno de la opinión. En cuanto a la estética he de decir que siempre prefiero los tiestos fabricados con materiales naturales ya que se integran de manera más eficaz en el entorno y prestan un servicio más completo a nuestras plantas a pesar de ser más caros. Si atendemos al aspecto práctico, al confort que ofrecen a nuestras plantas, elegiría de entre todos, aquellos hechos de barro o arcilla, ya que es la materia prima que más se parece al medio natural que alberga las raíces de cualquier planta, la tierra, y por tanto con un comportamiento parecido. Y nada más…

1 comentario:

  1. Excelente contenido, se agradece encontrar sitios así.

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