Aunque todo en este espacio dedicado a la jardinería parezca un camino de rosas, cultivar plantas, bien sea en un huerto o en macetas, tiene una parte frustrante que puede minar el ánimo. El último de estos desencantos ha estado ocasionado por las francesillas o ranúnculos (género Ranunculus, familia Ranunculaceae). Como soy muy dado a experimentar con todo tipo de semillas y bulbos, suelo llevarme sorpresas como esta, aunque pienso en no dejarme vencer por una primera plantación fallida.
Los ranúnculos cultivados, generalmente derivados de la especie Ranunculus asiaticus L. (hablo sólo de estos, ya que si tuviese que describir la familia al completo podría rellenar páginas enteras al tratarse de una familia botánica muy extensa que cuenta con unas 500 especies, como el botón de oro o las arañas de agua) son plantas de raíz tuberosa, generalmente con forma aracnoide, que se siembran tras un periodo en remojo (24-48 horas), en macetas de tamaño medio (he aquí mi gran fallo) y con un sustrato rico en materia orgánica, humedad y buen drenaje, a poca profundidad. Al ser una especie nativa del Mediterráneo oriental y Asia oriental no soporta las temperaturas extremas (las mínimas inferiores a los -10º C acaban con ella).
Tras los primeros brotes se observa un numero variable de tallos con hojas simples, pubescentes -al igual que los tallos-, con la lámina foliar hendida, formando lóbulos o dientes, se encuentran aplicadas al tallo por la base del peciolo que suele ser mas largo que la lámina. En estadios jóvenes, las hojas crecen en forma de roseta basal.
El tamaño de la planta es variable y ronda los 20-60 cm de altura dependiendo de la variedad que se cultive. Las flores aparecen terminales y solitarias al final de un largo pedúnculo que generalmente supera la altura de las hojas. Las de todas las especies son flores pentámeras, es decir, las piezas de los diferentes verticilos (también se pueden disponer helicoidalmente sobre un eje) que las componen, son múltiplos de 5. En la especie que tratamos, las piezas de la corola o pétalos se encuentran generalmente en número múltiple (en un origen son estambres) y presentan un color blanco, rojo, rosa o amarillo. Los estambres son numerosos y se disponen en torno a los estilos. Tras la fecundación se origina un fruto seco, simple o múltiple –un aquenio o poliaquenio provisto de un extremo más o menos puntiagudo-.
Todos los ranúnculos sintetizan sustancias como la protoanemonina, que se consideran venenos, sobre todo para el ganado que las come.
Los ranúnculos cultivados, generalmente derivados de la especie Ranunculus asiaticus L. (hablo sólo de estos, ya que si tuviese que describir la familia al completo podría rellenar páginas enteras al tratarse de una familia botánica muy extensa que cuenta con unas 500 especies, como el botón de oro o las arañas de agua) son plantas de raíz tuberosa, generalmente con forma aracnoide, que se siembran tras un periodo en remojo (24-48 horas), en macetas de tamaño medio (he aquí mi gran fallo) y con un sustrato rico en materia orgánica, humedad y buen drenaje, a poca profundidad. Al ser una especie nativa del Mediterráneo oriental y Asia oriental no soporta las temperaturas extremas (las mínimas inferiores a los -10º C acaban con ella).
Tras los primeros brotes se observa un numero variable de tallos con hojas simples, pubescentes -al igual que los tallos-, con la lámina foliar hendida, formando lóbulos o dientes, se encuentran aplicadas al tallo por la base del peciolo que suele ser mas largo que la lámina. En estadios jóvenes, las hojas crecen en forma de roseta basal.
El tamaño de la planta es variable y ronda los 20-60 cm de altura dependiendo de la variedad que se cultive. Las flores aparecen terminales y solitarias al final de un largo pedúnculo que generalmente supera la altura de las hojas. Las de todas las especies son flores pentámeras, es decir, las piezas de los diferentes verticilos (también se pueden disponer helicoidalmente sobre un eje) que las componen, son múltiplos de 5. En la especie que tratamos, las piezas de la corola o pétalos se encuentran generalmente en número múltiple (en un origen son estambres) y presentan un color blanco, rojo, rosa o amarillo. Los estambres son numerosos y se disponen en torno a los estilos. Tras la fecundación se origina un fruto seco, simple o múltiple –un aquenio o poliaquenio provisto de un extremo más o menos puntiagudo-.
Todos los ranúnculos sintetizan sustancias como la protoanemonina, que se consideran venenos, sobre todo para el ganado que las come.
Autora imagen 2: Marsha Tudor.
Imagen 3: Ranunculus aquatilis (Batrachium syn.)