Como
en cualquier proceso de diseño, a la hora de estructurar la disposición de los
elementos que configuraran nuestras terrazas y/o balcones, hemos te tener en
cuenta factores visuales muy importantes. De entre todos ellos, es el color
(también la textura o la forma) el más importante ya que para realzar el valor
estético de un balcón, una creación que se disfruta desde la lejanía, la
armonía en la ubicación de estos es tan importante como en un cuadro de
Velázquez.
Para
ello y, como haría cualquier pintor, hemos de adentrarnos en las bases de la
teoría del color, que no deja de ser la teoría de la luz…. Si hablamos de días
tenemos claridad, de ahí que al blanco lo llamemos presencia de luz. Si por el
contrario nos referimos a la noche, tenemos ausencia de luz o negro. La luz,
por su naturaleza ondulatoria, puede descomponerse en otra serie de radiaciones
u ondas que presentan una coloración diferente, un fenómeno que ocurre de
manera espontánea en los días de tormenta y que le damos el nombre de arco iris.
Es así como observamos una gama de colores entre los que se cuentan: rojo,
naranja, amarillo, verde, azul y añil o lila, seis ondas diferentes que reciben
el nombre de colores fundamentales.
Además,
si tenemos en cuenta que cualquier onda puede reflejarse cuando se encuentra
con un medio capaz de hacerlo -un fenómeno llamado reflexión-, sabemos que los
colores o radiaciones del espectro visible (espectro de emisión de la luz), son
capaces de reflejarse, es por este motivo por el cual nosotros vemos un objeto
de un color determinado: ese objeto absorbe todas las radiaciones excepto una
en concreto, aquella a la que pertenece el color que estamos viendo. Por
ejemplo, las rosas rojas absorben todas las radiaciones de la luz y refleja la
radiación que corresponde al rojo, debido a una sustancia química que presentan
los pétalos de esta flor y que recibe el nombre de pigmento.
Una
vez hecha esta pequeña introducción debemos centrarnos en los pigmentos, sus
propiedades y combinaciones… Son tres los pigmentos llamados primarios:
magenta, amarillo limón o proceso, y azul cyan o proceso. De la combinación de
estos surgen otros llamados pigmentos secundarios:
-De la suma del magenta y el amarillo
nace el naranja.
-De la suma del magenta y el azul cyan
surge el violeta.
-De la mezcla entre azul proceso y el
amarillo limón se obtiene el verde.
Estos seis colores (los que veíamos en
el arco iris) pueden agruparse en dos grupos: por un lado tendríamos el grupo
de los colores fríos (azul cyan, verde y violeta), mientras que por otro lado
tenemos los colores cálidos, donde se incluyen el magenta, el naranja y el
amarillo limón.
Teniendo en cuenta estos dos grandes
grupos tenemos la primera lección en cuanto al color de las flores que adornen
nuestros balcones: las plantas y sus flores se pueden agrupar dependiendo de
estas dos gamas. Si queremos transmitir sensaciones de calidez, entusiasmo,
felicidad, energía, luminosidad o pasión nose decantaremos por el rojo o
magenta, el amarillo y el naranja. Si por el contrario nuestra intención es la
de profundidad, naturalidad, calma, estabilidad, confianza, poder, ambición o
misterio, utilizaremos el azul, el verde o el morado.
La combinación entre unos y otros se
estudiará en la próxima entrega… ¡Nos vemos entonces!
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