Regresando del verano y del otoño, bastante ajetreados, todo hay que decirlo, estoy de nuevo aquí para hablar de plantas y otros quehaceres de la jardinería, y dado el rigor invernal, he decidido comenzar la temporada con plantas que en mi latitud son más indicadas para interior o en su defecto, un balcón acristalado.
El coleo, también llamado cretona o nazareno (género Coleus que engloba a unas 150 especies) es una planta de la familia Lamiaceae o labiadas (sí, sí, prima hermana del romero o la lavanda) distribuida por los trópicos, concretamente la zona de Java, la India y zonas asiáticas. Casi todas las variedades existentes en el mercado, entre las que podemos destacar Arc-en-ciel, Iroquois u Otoño, son híbridos de Coleus blumei y Coleus verschaffeltii.
Planta herbácea, vivaz, bastante llamativa por el colorido de sus hojas, opuestas, simples, con peciolo, de forma acorazonada-lanceolada y de margen dentado o festoneado, donde destacan los pigmentos púrpuras, pardos, rojizos, amarillos y verdes. Son característicos su tallo cuadrangular (como el resto de las labiadas presenta cuatro cordones de colénquima que le confieren esta forma tan característica) y sus flores constituidas por dos labios que se disponen en forma de inflorescencia en espiga.
Son plantas de rápido crecimiento, sobre todo si reciben buena cantidad de luz, se cultivan en un sustrato rico en materia orgánica y se riegan frecuentemente, lo que tiene un inconveniente si pretendemos que la planta adopte forma de macolla, para lo que se recomienda eliminar o despuntar, tanto los brotes superiores, como la inflorescencia, para facilitar el crecimiento de los inferiores. Es importante saber que no soportan temperaturas extremas ni insolación directa y que su rango de crecimiento óptimo se encuentra entre los 13 y 22 ºC. Los cambios en la temperatura y el fotoperiodo influyen en la coloración de sus hojas (más oscuras en días cálidos y largos, más verdosas en días fríos y cortos).
Los coleos pueden ser cultivados indistintamente como planta de interior o exterior Podemos decir que es una planta tremendamente vivaz que arraiga con gran facilidad, por lo que se suele reproducir vegetativamente mediante esquejes (personalmente un servidor prefiere mantenerla en agua hasta que desarrolle un buen sistema radicular para luego transplantarla a una maceta, en vez de plantarla directamente sobre el sustrato… manías), aunque, con fines comerciales, su multiplicación se realice por semilla.
Por lo general no es una planta que sufra de enfermedades y plagas, excepto las producidas por la alteración del pH del sustrato, la excesiva insolación y algunos parásitos como nematodos.
Por último destacar que corre la creencia popular de que el coleo es una planta que atrae la mala suerte en interiores, por lo que muchos la prefieren lucir en sus balcones.
El coleo, también llamado cretona o nazareno (género Coleus que engloba a unas 150 especies) es una planta de la familia Lamiaceae o labiadas (sí, sí, prima hermana del romero o la lavanda) distribuida por los trópicos, concretamente la zona de Java, la India y zonas asiáticas. Casi todas las variedades existentes en el mercado, entre las que podemos destacar Arc-en-ciel, Iroquois u Otoño, son híbridos de Coleus blumei y Coleus verschaffeltii.
Planta herbácea, vivaz, bastante llamativa por el colorido de sus hojas, opuestas, simples, con peciolo, de forma acorazonada-lanceolada y de margen dentado o festoneado, donde destacan los pigmentos púrpuras, pardos, rojizos, amarillos y verdes. Son característicos su tallo cuadrangular (como el resto de las labiadas presenta cuatro cordones de colénquima que le confieren esta forma tan característica) y sus flores constituidas por dos labios que se disponen en forma de inflorescencia en espiga.
Son plantas de rápido crecimiento, sobre todo si reciben buena cantidad de luz, se cultivan en un sustrato rico en materia orgánica y se riegan frecuentemente, lo que tiene un inconveniente si pretendemos que la planta adopte forma de macolla, para lo que se recomienda eliminar o despuntar, tanto los brotes superiores, como la inflorescencia, para facilitar el crecimiento de los inferiores. Es importante saber que no soportan temperaturas extremas ni insolación directa y que su rango de crecimiento óptimo se encuentra entre los 13 y 22 ºC. Los cambios en la temperatura y el fotoperiodo influyen en la coloración de sus hojas (más oscuras en días cálidos y largos, más verdosas en días fríos y cortos).
Los coleos pueden ser cultivados indistintamente como planta de interior o exterior Podemos decir que es una planta tremendamente vivaz que arraiga con gran facilidad, por lo que se suele reproducir vegetativamente mediante esquejes (personalmente un servidor prefiere mantenerla en agua hasta que desarrolle un buen sistema radicular para luego transplantarla a una maceta, en vez de plantarla directamente sobre el sustrato… manías), aunque, con fines comerciales, su multiplicación se realice por semilla.
Por lo general no es una planta que sufra de enfermedades y plagas, excepto las producidas por la alteración del pH del sustrato, la excesiva insolación y algunos parásitos como nematodos.
Por último destacar que corre la creencia popular de que el coleo es una planta que atrae la mala suerte en interiores, por lo que muchos la prefieren lucir en sus balcones.